Al igual que en la categoría A, en la definición de la B también hubo algo de lógica, pasó el que tenía una leve ventaja por sobre el resto y quedó definido el hexagonal final que otorgará dos ascensos a la elite.

Correcaminos, el único que dependía de sí mismo, MTE Fútbol Club y Los Primos llegaban a la última fecha con chances de quedarse con el 6° y último pasaje al top 6. Los restantes 5 boletos ya tenían dueño.

El primero en salir a escena fue MTE, y aunque enfrentaba al puntero y ya clasificado Glimax, demostró que, cuando quiere, tiene con qué. En su mejor producción futbolística -tardía, por cierto- el equipo constructor edificó con sólidas bases un incuestionable como contundente triunfo por 7-0 y le trasladó toda la presión a Correcaminos.

Con un hat trick de su máximo artillero Mauro González, y demás conquistas de Miguel Alarcón, Facundo Aquino, Pablo Martínez y Axel Sosa, MTE marcó claras diferencias frente a un Glimax inexpresivo que definitivamente ya tiene puesta la cabeza en lo que será el minitorneo por los ascensos.

El equipo amarillo, que el sábado usó colores prestados, hizo su parte pero finalmente se quedó en las puertas de la clasificación. Y teniendo en cuenta que se armó como para pelear y ser protagonista, su irregularidad a lo largo de la primera fase tuvo un alto costo que derivó en un impensado fracaso. Tras quedar en las puertas del ascenso en los últimos dos torneos, ahora ni siquiera alcanzó el top 6, por lo que deberá jugar la Zona Consuelo con la cabeza puesta en lo que será el próximo torneo para tener una rápida revancha.

El que colaboró a este fracaso amarillo fue Correcaminos, que en el cierre de la jornada echó por tierra cualquier ilusión ajena al golear por 4-1 a CVC y de esa manera quedarse con el último pasaje al hexagonal final.

El equipo velocista selló el pleito ya en el primer tiempo, cuando se fue al descanso 3-0 gracias a un doblete de Lautaro Monte y otro tanto del goleador Cristin Brítez. Nicolás Escurra, promediando el complemento, le dio algo de vida al equipo cristiano y también a MTE, pero sobre el cierre apareció Carlos Bernal y le puso cifras definitivas a un partido sin equivalencias y que no le permitió a CVC prolongar su mejor racha sin derrotas desde que juega la Súper Liga.

Correcaminos entró por la ventana y terminó 5°, por lo que arrancará el hexagonal ante Glimax (2°) en busca de tomarse revancha de la derrota que sufrió en la primera fase.

Los Primos, en tanto, afrontó su partido ante Atlas sabiendo que necesitaba poco más que un milagro para quedarse con el último pasaje al paraíso. Más todavía cuando en la previa a su partido veía cómo MTE llenaba su canaste de goles y lo dejaba sin chances. Así, con el ánimo por el piso pero obligado a sacar pecho, el equipo familiar asumió su compromiso con hidalguía y al menos rescató un punto con sabor a victoria ante Atlas.

Perdía 2-0 al cabo del pimer tiempo gracias a los gritos de Darío Trachovsky y Facundo Cabrera, pero se despertó en la recta final del partido y con un golazo de Maximiliano Aguilera y otro de Julián Salinas segundos más tarde alcanzó un punto que le permite al menos mirar con optimismo su participación final en la Zona Consuelo.

Los restantes encuentros de la 11° y última fecha sirvieron sólo para las estadísticas. Y claro, para que Santa Lucía termine como el mejor equipo de la primera ronda. El Santo capitalizó la derrota del líder Glimax, venció 2-0 a Marconi y por desempate olímpico se quedó con el ‘1’ de la general.

Tuvo que trabajar el equipo de Hugo López para romper el cerco defensivo de su rival, pero a partir de la apertura del goleador Leonardo Cuevas, a la media hora de juego, se encaminó a un triunfo más sufrido de lo esperado. Ambos se quedaron en inferioridad numérica sobre el cierre del primer capítulo por las expulsiones de Brian Ramírez y Adrián Matsumura, y con más espacios fue Santa Lucía el que sacó rédito y selló la victoria con el tanto de Nicolás Lovera.

Marconi, que está en pleno proceso de reorganización, buscará seguir creciendo en el hexagonal de la Zona Consuelo, mientras que el Santo intentará revalidar todo lo hecho en la Zona Ascenso y pelear por uno de los dos boletos a la categoría A.

Los restantes dos encuentros de la divisional B demostraron que las rachas no siempre están hechas para cortarse. Si no que lo digan los cuatro involucrados, que prolongaron sus buenos y malos momentos de los últimos partidos.

Veneciana, por ejemplo, se aprovechó del alicaído Barrio El Territorio y lo venció por 2-1 con tantos de Santiago Alvez Correa y Darío Enríquez en el primer tiempo. El reaparecido Juan Pablo Morcillo, de penal, anotó el descuento para el equipo barrial, que sin embargo no pudo torcer la historia y estiró a siete partidos su racha sin festejos, una verdadera alarma para el último campeón de la Copa de Bronce.

El Marmolero, de su lado, acumula cinco sin caídas y acumula su mejor registro en su incipiente participación en la Súper Liga. Terminó a uno de la punta, redondeó una gran fase regular y nadie le quita el sueño de pelear por alguno de los dos ascensos a la A.

Por último, Etherna no pudo salir de la burbuja adversa, dejó escapar un 2-0 ante Rocamora y con el 2-2 estiró a cinco partidos su racha sin triunfos. En una analogía con la serie El Eternauta, cuando trabajó colectivamente mostró su mejor cara y tomó una importante ventaja con los prematuros goles de Milton Petriw, de penal, y Fabricio Salinas antes de los 10’, pero el golazo de Enzo López de afuera del área, sobre el epílogo del primer tiempo, y el empate de Daniel Espinoza, en el arranque del segundo, le renovaron el aire al Granate.

El partido creció en intensidad y aparecieron los roces, Etherna se quedó con uno menos y ya no tuvo fuerzas para buscar esa victoria tan necesaria pensando en la parte más importante del torneo.

Rocamora, que hace seis fechas no conoce la derrota, también ya tenía su boleto asegurado a la Zona Ascenso y ahora intentará dar pelea pero sin las urgencias que sí tienen algunos de sus futuros rivales.